sábado, 10 de septiembre de 2016

La Ciudad como un atajo a la Equidad

Por Marcelo Bauzá. 

A fines de Julio participe en el Cabildo de la Región Metropolitana en el marco de la etapa de participación del Proceso Constituyente en desarrollo desde hace casi año. En una de las mesas junto a otras quince personas de diversas edades y tendencias, discutimos sobre los resultados de los Cabildos Provinciales en cuanto a los contenidos que debe abordar la Nueva Constitución y los reclamos más urgentes que tiene la gente. La demanda por mayor democracia, conservación del medio ambiente, responsabilidad ante la comunidad y primacía del bien común por sobre las necesidades individuales constituyen el núcleo actual de las demandas sociales iniciadas por una mejor educación media en el 2009, educación gratuita y de calidad en el 2011, igualdad de genero en el 2012 y las recientes marchas para cambiar el régimen de AFP.

Las protestas de los últimos años y el actual proceso constituyente ponen en evidencia un fuerte cuestionamiento de la sociedad a la elite política y económica del país y al modelo neoliberal que reduce el Estado a su mínima expresión y donde lo público prácticamente no existe. Se han hecho grandes avances en productividad, educación, salud y vivienda desde el regreso al régimen democrático y los reclamos de hoy provienen de una sociedad más madura y educada que es producto de los avances de las últimas décadas. Pero veamos cual es el origen del malestar y la probable evolución de este proceso de cambio.

Chile tiene hoy un ingreso per capita de US$ 23.000, el más alto de América Latina, pero con un ingreso promedio de apenas US$ 600 o $420.000 y una desigualdad que sigue creciendo. La diferencia en el ingreso entre el decil más bajo y el más alto paso de $540.000 en 1990 a $910.000 en 2011, lo que significa que el crecimiento del ingreso de los más ricos ha sido mayor que el de los otros grupos y que la brecha de bienestar ha aumentado. En palabras del economista Manuel Marfán “El Chile actual ya no es mayoritariamente de pobres, sino que por fin es mayoritariamente de clase media. Ya no es un país de emigrantes sino que recibe inmigrantes en busca de mejores oportunidades. El trabajo femenino ha tenido un aumento explosivo, y las más jóvenes exhiben una participación de estándar OCDE. Estos elementos son característicos de economías que están en la antesala del desarrollo económico pleno y a Chile sólo le falta el salto final, el más difícil. La clase media ya tiene satisfechas sus necesidades básicas, pero aún es enormemente precaria e insegura. El salto final debe tener la intención de superar esa precariedad y la inseguridad frente a una vejez indigna, a una educación aún lejos del estándar OCDE, y a una salud pública insuficiente”.

Y así como la gente percibe que la época de solucionar déficit cuantitativos ya pasó para la educación, las pensiones y la salud, también comienza a demandar una ciudad en la que el bien público esté por sobre los desarrollos privados. La ministra Paulina Saball señaló recientemente que “las políticas públicas deben apuntar a la recuperación de la ciudad como bien público y que ya no es posible enfocarse en la expansión o creación de nuevos núcleos urbanos sin hacerse cargo de la ciudad existente y sus problemáticas”, posición que coincide con lo dicho por el presidente de la ADI respecto a que “ la respuesta al desarrollo de la ciudad es una densificación equilibrada, en donde las inmobiliarias sean trasparentes y capaces de insertar proyectos pensados en su entorno, con un diseño urbano integrador y un aporte proporcional al mejoramiento del barrio para darle sustentabilidad al negocio inmobiliario”. 

Parece haber llegado la hora de preocuparse por espacios y equipamientos públicos de calidad, de contar con un transporte público eficiente que reduzca el uso del automóvil y de construir proyectos de baja y media densidad que respeten y agreguen valor a los barrios en que se desarrollan. El desafío para todos es, en palabras del premio Pritzker Alejandro Aravena, convertir a la ciudad en “un atajo a la equidad”.

*Datos de Ingreso en Pesos 2008

Vías recreativas son un ejemplo de uso del espacio público en forma gratuita y en beneficio de todos.